martes, 2 de abril de 2013

Los renglones de mi aspirante


(Foto: José Chavero)

Bancos, inversores, pretendientes, deuda, dirigentes apoltronados sin denuedo para dejar paso e incertidumbre sobre el futuro inmediato, es la perenne -y ya asumida- actualidad del Valencia CF.

La entidad de la capital del Turia, pese a estar enfangada en una encrucijada de pagos e incapaz por sí sola de generar recursos económicos suficientes para levantar cabeza, sigue siendo un trono anhelado por varias personas. La única fórmula válida, a día de hoy, de cualquier postulante para derrocar al actual mandamás che y acceder al sillón presidencial es, en primera instancia, mediante una ingente insuflación de capital, y posteriormente con un proyecto convincente para la masa social valencianista. Señera hoja de ruta hacia la Plaza del Valencia CF, número 2.

La de mi digno candidato estaría cimentada en:

  • Pilar 1 > conformado por los materiales CREDIBILIDAD; expedición del pasaporte al poder mediante la compra de las acciones de la Fundación y, por ende, maniobra resolutoria de la fracción más inmediata de la deuda. CAPACIDAD; una vez al mando de la nao che, y corroborada la necesaria solvencia económica de la chequera del nuevo propietario, presentar directrices meridianas que diseñen el acueducto hacia un escenario que permita desencallar a la entidad y botarla de nuevo al rumbo de progresión y desarrollo que merece. Asimismo, proyectar plan de viabilidad para acometer tanto el abono del grueso de la fracción mediata del gravamen con Bankia como reemprender las obras del nuevo estadio. TRANSPARENCIA; propalar con elocuencia los entresijos de las trazas social, económica y deportiva de la nueva cúpula -sociabilizada con el valencianismo de a pie-, despojarse del obcecado hermetismo de estos últimos años y transmitir fortaleza desde la primera piedra.
  • Pilar 2 > conformado por los materiales PROFESIONALIZACIÓN; abandonar la errada praxis del amiguismo, clientelismo y sinecuras varias, guarnecerse de reputados profesionales para consolidar un equipo de trabajo eficiente y focalizar su compromiso con la entidad por encima de intereses particulares, políticos y empresariales. OPTIMIZACIÓN; escudriñar las facetas social y deportiva para localizar las taras actuales y emprender su reversión (tales como derogar el proliferado estado de desenamoramiento de una parroquia desencantada y la confección de un nuevo modelo de cantera, que sustituya al improductivo y obsoleto actual), modernizar los exiguos mecanismos de explotación de la marca 'VCF', globalizándola, y potenciar los canales de riego internacional.
  • Pilar 3 > conformado por los materiales NOVEDAD; divulgar al entorno valencianista una arquitectura totalmente apartada de épocas antecedentes, contraria al actual inmovilismo, que esboce una ventana de aire fresco, capaz de conmover y regenerar la ajada fibra che y atestando el vacuo depósito -que no botella- de combustible del balompié, la ilusión. REALIDAD; no caer en pomposas promesas y exornos superfluos, que edifiquen castillos en el aire que jamás se llegarán a consumar. Cartas sobre la mesa y a trabajar con ímpetu y tesón con los recursos al alcance, objetivos tangibles. Lisonjeros al cajón.

Son meras pinceladas, provenientes de una simple estrella del cosmos blanquinegro, pero son mis renglones del elegido -si algún día lo hay-, del que espero no los dicte torcidos desde el exordio. Y en ese caso, que al menos no sea el progenitor de un motor asíncrono a las necesidades del Valencia CF. Basta de truhanes, no lo merecemos.