jueves, 2 de octubre de 2014

#LodeHoy Cesión con opción de venta obligatoria


Tras la tormenta (me enojo y me piro), llega la calma (me siento a negociar de nuevo). 13 días de receso en los que los negociadores han dejado que el cultivo prospere, es decir, que sus aparatos propagandísticos no cejen en el sandio cuerpo a cuerpo de echarse la culpa los unos a los otros. Cansinos, ambos.

Caldeado el ambiente, concentración anti Bankia mediante, los simbiontes destinados a entenderse vuelven a sentarse en la mesa 5 para el torneo final: Yo, Meriton, puedo comprometerme y me comprometo a ceder en estos dos puntos de divergencia (los cuales, por cierto y al parecer, sí estaban acordados y firmados en la term-sheet de marras. Una tontería, pero en fin, parafraseando a Aurelio) y tú, Bankia, puedes comprometerte y debes comprometerte a ceder en los otros dos leoninos puntos injeridos y cumplir lo acordado el pasado 6 de junio, aceptando la reestructuración de la deuda en tales condiciones. Ergo, consumar la venta del Valencia CF de una puñetera vez.

Del baile de noticias publicadas en los medios, cada uno desde su línea editorial, sobre la nueva visita a la capital de los hombres de negro de Lim, se extrae que vienen decididamente a llevarse el género, esta vez sí, ofertando una propuesta de cesión con opción de venta obligatoria, irrechazable para la entidad bancaria. Se agotaron ya las excusas infantiloides y las estratagemas de bajos fondos, aquel anuncio bañado de aleluyas debe formalizarse con la responsabilidad hacia un tercero al que poco se ha tenido en cuenta en estos diez penosos meses. No hagan del epílogo un prólogo aún más ufano.

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